Sunday, November 28, 2004

Otro filósofo y otras recomendaciones para salvar la convivencia

El filósofo y el gobierno

Un pueblo cansado termina buscando un mesías en lugar de un gobernante

Por Paulo Coelho El Semanal 26/11/04,



Hoy en día, en todos los países, estamos acostumbrados a escuchar con gran respeto y reverencia a los llamados ‘científicos políticos’, como si la política, al igual que las matemáticas o la física, se rigiera por una serie de reglas lógicas y racionales.
Si fuese así, no veríamos tanta violencia en América Latina, tanta miseria en África, conflictos religiosos extendidos por el mundo entero, iraquíes y americanos muriendo en nombre de una causa perdida y de una guerra arbitraria. Si la política fuese una ciencia, aunque inexacta, bastaría con aplicar algunas ecuaciones para empujar hacia delante al ser humano y a la civilización.Estamos cansados de ver que dicha racionalidad es absolutamente irreal. Y por eso, cuanto más oye el pueblo hablar de este asunto, más asocia la palabra ‘política’ con cosas negativas.
Eso es injusto: existe mucha gente bienintencionada, que trata de hacer lo mejor por su país y por su pueblo. Pero el sistema político, tal como vemos hoy en día, ha entrado en un círculo vicioso que puede llevarnos de nuevo a la edad de las tinieblas: un pueblo cansado de ver sus esperanzas frustradas, perdido entre los análisis incomprensibles y contradictorios de los ‘científicos políticos’, termina buscando un mesías en lugar de un gobernante, y así es como volvemos a las dictaduras.¿En qué consiste, a mi modo de ver, la política? En un sistema de valores morales, debatidos libremente por la sociedad, y puestos en práctica no por la fuerza, sino por el sentido común: es mejor obedecer algunas reglas que ver todo a nuestro alrededor transformarse en caos.Medio siglo antes de Cristo, nació en China un hombre que jamás ocuparía un cargo importante, pero que, a partir simplemente de su observación personal y de sus conversaciones con el pueblo, decidió dedicar gran parte de su trabajo a comprender la relación entre gobernantes y gobernados.
Todos hemos oído alguna vez su nombre: Confucio. Vale la pena recordar algunas de sus enseñanzas, que han atravesado milenios, han iluminado algunos de los gobiernos más importantes de la historia, y continúan teniendo hoy más actualidad que nunca (algunas frases han sido adaptadas o condensadas):

- Cuando estamos frente a personas dignas, debemos intentar imitarlas.
- Cuando estamos frente a personas indignas, debemos mirarnos a nosotros mismos y corregir nuestros errores.
- En un país bien gobernado, la pobreza es algo que avergüenza.
- En un país mal gobernado, la riqueza es algo que avergüenza.
- Los cambios pueden tener lugar despacio; lo importante es que tengan lugar.
- El hombre se pasa la vida intentando complicar algo que es simple: las relaciones humanas.
- Nunca des una espada a un hombre que no es capaz de sonreír y danzar.
- Estudia el pasado si quieres saber cómo será tu futuro.
- Cuando el objetivo de un gobernante parece muy difícil, éste no debe cambiar de objetivo, sino buscar un nuevo camino hacia su meta.
- El buen líder sabe lo que es verdad; el mal líder sabe qué es lo que vende mejor.
- No hay error en admitir que tú solo no puedes mejorar tu condición en el mundo; para crecer, necesitas aliados con los que crecer juntos.
- Cinco son las condiciones necesarias para el bienestar del pueblo: seriedad, honestidad, generosidad, sinceridad y delicadeza.
- Quien escucha comentarios perversos, aunque sea por curiosidad, pronto se convertirá en un hombre perverso.
- La virtud no nació para vivir sola. Quien la practica termina rodeado de vecinos.

Enlaces> El filósofo y el gobiernohttp://www.clubelsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=93&id_firma=687

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